Estudio de un despacho de arquitectura

Una clienta sensibilizada con la calidad ambiental encargó un estudio geobiológico y de tóxicos en un piso que reformaban Roger y Miquel del estudio MA + SA arquitectura.

Tras comprobar que con pequeños ajustes la vivienda se había vuelto más saludable, Roger pidió un estudio de su oficina ubicada en el distrito de Sant Andreu de Barcelona.

La oficina estaba bien distribuida. Todos los espacios de trabajo se ubicaban en la parte interior del edificio, con entrada de luz natural de un patio interior y alejados del ruido de la calle. Además, estaban libres de cualquier alteración geobiológica grave procedente del subsuelo.

Se detectaron seis carencias principales:

  • Fuerte campo electromagnético emitido por un router WiFi ubicado a tan solo un metro de distancia del espacio de trabajo
  • Instalación eléctrica sin toma de tierra. Además de ser un problema de seguridad, incrementaba el campo eléctrico del espacio de trabajo.
  • Alta concentración ambiental de partículas en suspensión a pesar de la limpieza periódica del espacio
  • Acumulación rápida de dióxido de carbono
  • Alta presencia de gas radón procedente del subsuelo
  • Baja calidad lumínica de la iluminación artificial: espectro incompleto de colores y un excesivo parpadeo detectado con el contador de impulsos.

Estudios recientes