PM25: MATERIAL PARTICULADO
El polvo fino PM2,5 afecta a la salud más que cualquier contaminante. A pesar de éllo, es común en las ciudades y en el interior de viviendas y oficinas.
Son partículas ultrafinas (de 2,5 micras de diámetro o inferior) que constituyen una mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas de todo tipo. Su reducido tamaño les permite llegar a los alvéolos pulmonares.
Además de causar alergias y enfermedades respiratorias, también producen dolencias cardiovasculares y cáncer de pulmón, declarado cancerígeno por la OMS en 2013.
La ciencia ha identificado que exposiciones altas y prolongadas a material particulado fino incrementa la mortalidad a largo plazo de la población, de allí su importancia de mantenerlo a raya.
¿Dónde se encuentra PM25?
En exteriores
Las administraciones públicas sólo informan del material particulado de tamaño más grueso PM10 (10 micras) y menos peligroso, pero la presencia de PM25 en el exterior es muy común. Sus fuentes principales son:
- Combustión de vehículos diésel
- Combustión de energía en fábricas y viviendas
- Incendios forestales
En interiores
El material ultrafino procedentes del exterior apenas se deposita después de entrar y puede permanecer en el aire horas o días en el aire interior.
A estas partículas se le añade el polvo procedente del roce de personas con alfombras, moquetas, muebles acolchados, textiles y similares.
Luego, también se incorporan las esporas de moho, ácaros y demás fuentes internas: electrodomésticos y aparatos electrónicos, productos de la limpieza, pinturas, perfumes, ambientadores, pesticidas domésticos, etc.
La situación más grave se produce en oficinas o viviendas que utilicen impresoras láser. En este caso el material particulado es aún más fino, del rango de las nanopartículas, e incluye sustancias que pueden ser muy críticas: metales pesados como níquel, mercurio, plomo o cobre y COV como el benceno.
Como prevenir las partículas finas
En el exterior es difícil evitar la exposición a PM25, pues las administraciones públicas están reaccionando lentamente para no afectar a la economía.
Se recomienda evitar la actividad física intensa durante los episodios de contaminación y procurar hacerla siempre apartados de las calles más transitadas.
En el interior de la vivienda se recomienda:
- Evitar excesos de textiles: moquetas, alfombras, peluches, muebles acolchados….
- Utilizar campanas de extracción para cocinar.
- Cuidado con chimeneas y calderas: evitar la liberación de gases de combustión al interior.
- En viviendas situadas en calles transitadas, ventilar la casa fuera de las horas punta.
- Instalar sistemas de ventilación con filtros para partículas finas.
- Limpiar el polvo con paños mojados.
- Aspirar el polvo con filtros especiales para partículas finas: HEPA, ULPA o clase S.
- Si hay personas sensibles, utilizar purificadores de aire con filtros HEPA.
- En viviendas, evitar impresoras láser.
- En oficinas, instalar filtro de nanopartículas en las impresoras.
Analítica de polvo fino
La OMS fija unos valores límites de partículas finas PM2.5 para exteriores (guía OMS):
10 μg/m3 de media anual
25 μg/m3 de media en 24h
En interiores, se debería ser más estricto con los valores objetivos, pues en general permanecemos entre el 80% y el 90% del tiempo en espacios cerrados.
En caso de enfermedades respiratorias o coronarias, es también recomendable realizar analíticas del material particulado de la vivienda. Permiten identificar si contiene metales pesados u otros contaminantes peligrosos. Si este es el caso, se debería localizar la fuente por su grave toxicidad y eliminarla.
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