RADIACIONES ELECTROMAGNÉTICAS

Las radiaciones se pueden clasificar en dos grupos: radiaciones ionizantes y no ionizantes. Las primeras son aquellas con energía suficiente para extraer electrones de la materia. Las no ionizantes pueden llegar a excitar a los electrones, pero no extraerlos.

línea de alta tensión fuente de radiaciones

EXPOSICIÓN A RADIACIONES

En nuestro entorno la exposición ambiental a fuentes de radiación no ionizante como las ondas electromagnéticas se ha incrementado espectacularmente debido al desarrollo tecnológico, social y laboral.

Por otro lado, nuestro estilo de vida ha disminuido la exposición a fuentes de radiación natural como la procedente del sol. Está contrastado que los rayos infrarrojos del sol ayudan el metabolismo, el riego sanguíneo y la regulación térmica. La luz visible del sol estimula el cerebro, el hipotálamo y la hipófisis, que dirigen el sistema hormonal y las funciones corporales. La luz ultravioleta es necesaria para la formación de vitamina D, que regula el equilibrio entre la absorción de calcio y fósforo.

Así pues, se está desequilibrando el medio en que se ha desarrollado el ser humano en los últimos miles de años en favor de una sobrecarga de contaminación electromagnética. El medio en el que hoy vivimos es cada vez menos parecido a la naturaleza.

antena telefonia

EFECTOS EN LA SALUD

Existe un sistema de autorregulación del organismo que se denomina homeostasis y que regula la adaptación del cuerpo humano a los factores de riesgo externos. Este sistema regulador es diferente en cada persona y es más débil en los grupos vulnerables: bebés, mujeres embarazadas o personas de avanzada edad. La acumulación de factores de riesgo ambientales externos, así como otros factores como por ejemplo el estrés, puede originar que se supere la capacidad del organismo de adaptarse.

Las recientes incorporaciones de los campos magnéticos y las ondas electromagnéticos en los listados oficiales de posibles cancerígenos de la Organización Mundial de la Salud y la Agencia Americana de Protección Medioambiental han alertado a la sociedad sobre cómo pueden afectar a la salud de las personas las radiaciones emitidas por los transformadores, las líneas de alta tensión o las antenas de telefonía móvil.

Por otro lado, las radiaciones ionizantes, conocidas como radioactividad, se caracterizan por su alta energía. Tienen capacidad de romper los enlaces químicos de las moléculas de las células. Los efectos nocivos sobre la salud están contrastados y dan lugar a patologías.

MEDICIÓN DE LAS RADIACIONES

Las radiaciones se pueden medir a fin de determinar la posible mayor o menor afectación a la salud de las personas.

Las mediciones de campos eléctricos, procedentes de cableados eléctricos o aparatos, incluyen la intensidad y la tensión corporal, así como también la determinación de la frecuencia dominante y de las ondas armónicas significativas.

Medir radiaciones

Al medir campos magnéticos, procedentes de líneas de alta tensión o transformadores, se registra la densidad de flujo de baja frecuencia de la corriente de la red eléctrica con determinación de la frecuencia dominante y de las ondas armónicas significativas.

En cuanto a las ondas electromagnéticas, procedentes de antenas de telefonía, routers WiFi o radares, se mide la densidad de potencia electromagnética, con determinación de las frecuencias dominantes.

La medición de la radioactividad proporciona la tasa de impulsos, la tasa de dosis equivalente y el registro de la concentración de gas radón.