Rambla Salvador Samà, 47
Vilanova i la Geltrú – Barcelona
Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos
Geobiólogo – Consultor en Biohabitabilidad
Estudios de geobiología y feng shui
Los ácaros no muerden ni transmiten enfermedades, pero sus excrementos constituyen el alérgeno más común en las casas.
Son unos organismos diminutos emparentados con las garrapatas y los arácnidos. Sus reducidas dimensiones impiden su visión a simple vista. Viven en el polvo textil húmedo, por lo que se encuentran principalmente en las almohadas y en los colchones de las camas. También pueden aparecer en alfombras, moquetas, cortinas, muebles tapizados o peluches.
Sus heces se adhieren a las partículas finas y pueden causar alergias al respirarlas. Otros efectos menos habituales son enfermedades crónicas relacionadas también con las vías respiratorias: bronquitis, asma o rinitis.
Conviene combatir los ácaros y eliminarlos de casa. Se proponen las siguientes acciones:
Ventilar la casa y el dormitorio. Se debe renovar el aire y enviar a fuera la humedad de nuestra respiración, preferentemente por la mañana después de levantarse. Es más eficaz una ventilación de 10 minutos de toda la casa entera, que permita correr el aire, que una ventilación de media hora limitada sólo al dormitorio.
Evitar humedades altas. Ambientes con humedades por encima del 50% favorecen el desarrollo de los ácaros. Es importante tender la ropa fuera e impedir que la humedad de la ducha y la cocina se extienda a la casa mediante dispositivos extractores o abriendo ventanas. En climas húmedos, el aire acondicionado y los deshumidificadores son también una ayuda.
Destapar la cama. Cada día al levantarse dejar la cama abierta para que se vaya la humedad acumulada. Si li toca el sol aún mejor, la luz UV mata los ácaros.
Lavado de pijama, mantas y sábanas. Los ácaros mueren a los 60ºC. La ropa de cama debe cambiarse como mínimo una vez a la semana y lavarse a esta temperatura.
No aplicar acaricidas químicos. Pueden ser irritantes, especialmente para las personas más sensibles que sufren las alergias a ácaros.
Camas con patas. Los colchones en camas con armazones de patas se ventilan mucho mejor que los que llevan un cajón o una base cerrada.
Quitar el polvo. Se recomienda utilizar una aspiradora potente con microfiltro de la clase HEPA, ULPA o S para limpiar los colchones y almohadas, pues permiten eliminar los ácaros y sus excrementos. Luego, puede utilizarse la misma aspiradora para el resto de la casa utilizando otra boquilla. También puede ayudar pasar a menudo un trapo húmedo por el suelo.
Fundas antiácaros. En caso de no poder aspirar el colchón y las almohadas, existen fundas de algodón antiácaros con un tejido especialmente denso que impide el tránsito de ácaros.
Evitar alfombras, tapices, moquetas, libros y osos de peluche. Conviene evitar todo aquello que ayuda a su proliferación. Si prefiere mantener estos objetos, es importante limpiarlos frecuentemente sin levantar el polvo.
Purificador de aire HEPA. Como complemento, estos purificadores eliminan los excrementos de ácaros en el aire interior.
Rambla Salvador Samà, 47
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