CONTAMINANTES DEL AIRE INTERIOR
Es indudable que los productos químicos han permitido mejorar las condiciones de vida de las personas. Sin embargo, se conoce desde hace tiempo que algunas sustancias químicas que se comercializan pueden afectar gravemente la salud humana y el medio ambiente.
Los efectos de la exposición a contaminación ambiental suelen producirse a largo plazo. Se asocia a varios trastornos neurológicos, trastornos de la reproducción y del desarrollo, enfermedades respiratorias, asma y alergias, alteraciones del sistema hormonal, disfunciones del sistema inmunológico, obesidad y cáncer.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) estima que el 72% de la exposición a químicos que sufren las personas se produce en interiores. Sin embargo, la legislación sobre contaminación ambiental se centra en el aire exterior, el cual está sometido a monitorización y un estricto control por parte de las autoridades.
Fuentes de polución en el hogar y la oficina
El aire exterior de las ciudades suele presentar contaminación por dióxido de nitrógeno y ozono.
En cambio, la contaminación del ambiente interior suele ser más diversa: ¿Cuáles son los contaminantes más probables de encontrar?
- Ácaros del polvo
- COV: Compuestos Orgánicos Volátiles
- Fibras de amianto
- Formaldehido
- Gas Radón
- Hongos y moho
- Metales pesados
- PM25: Partículas finas
- Retardantes del fuego, plastificantes y pesticidas
En el momento de localizarlos es importante valorar los siguientes aspectos:
- Los residentes deben reflexionar si han aparecido problemas de salud desde que han cambiado de lugar de residencia o desde que la han reformado.
- Análisis del sistema constructivo y de los materiales presentes, antiguedad de la vivienda y de las reformas posteriores. A modo de ejemplo, en casas de los años 60 o 70 pueden encontrarse productos protectores de la madera peligrosos o metales pesados procedentes de residuos industriales en materiales de construcción. En cambio, en casas más modernas puede sospecharse de la presencia de disolventes y otros contaminantes volátiles en pinturas, espumas, pegamentos o barnices tóxicos.
- Problemáticas puntuales y aparentemente superadas como un incendio o una exterminación de plagas u hongos pueden haber dejado residuos tóxicos.
- Hábitos de ventilación de la vivienda u oficina
Medición de contaminantes del aire interior
La detección de los principales contaminantes es posible mediante diferentes mediciones:
- Prueba de aire para la detección de sustancias volátiles. Se toman muestras de aire mediante bombeo que reaccionan en medios reactivos.
- Pruebas de polvo con la aspiración de polvo reciente. Permite conocer la presencia de sustancias nocivas dificilmente volátiles y metales.
- Las pruebas de material permiten identificar las fuentes de sustancias nocivas.
- Aparatos de indicación directa, sólo para algunos tóxicos muy concretos.
Valores límites de calidad ambiental
En el aire interior no debería haber mayor cantidad de sustancias nocivas que las que se encuentran en el exterior.
En las viviendas apenas existen valores límites legales. Por otro lado, los límites existentes para puestos de trabajo son poco exigentes y están más orientados a la seguridad de los trabajadores que a la salud.
Existen múltiples recomendaciones para concentraciones nocivas en espacios interiores, como la EUROPAEM o la OMS. En bioconstrucción se suelen utilizar los valores límite de SBM-2015 del Institut für Baubiologie, y los de la AGÖF (Grupo de Trabajo de los Institutos de Investigación de Ecología de Alemania), cuyos valores indicativos son los más restrictivos y detallados para una mayor cantidad de sustancias nocivas.
¿Te gustaría identificar los contaminantes del hogar o la oficina?
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